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jueves, 3 de diciembre de 2015

La industria 4.0 empieza abrirse camino

   Ayer asistí a las jornadas celebradas en ADE Valladolid relativas a la industria 4.0.
   La jornada hace referencia a la capacidad de la industria para incorporar a sus productos y procesos las innovaciones más punteras existentes, en concreto, todo el desarrollo de las tecnologías de la electrónica, la información y las comunicaciones, que en otros sectores (como el de los servicios) están más presentes.







   La jornada comenzó desde un punto de vista de diferentes administraciones de la mano de  D. José María Ribot García. Director General de ADE Castilla y León,  D. Mario Buisán - Jefe del Gabinete Técnico - Secretaría General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa - Ministerio de Industria, Energia y Turismo. ,D. Juan Gascón. Direccción I+D y Responsable de la Comisión 4.0. AMETIC, acabando con la perspectiva de la empresa de la mano de diferentes empresas de alto nivel como D. Javier Villacampa. Director de Innovación. Grupo Antolín, Dª. Ester Porras Torroba - Directora de Innovación - Grupo Aciturri, D. Guillermo Martín Domínguez - Director de Innovación y Tecnología - Grupo DGH, Dª. Ana Isabel Moreno Blanco - Gestor Proyectos I+D - Queserías Entrepinares, D. Pablo Pardo Sánchez; INTEC - Innovación Tecnológica Technical Manager - Calidad Pascual




   ¿ De donde viene ?
   La Primera Revolución Industrial surgió de la invención de la máquina de vapor y la mecanización del trabajo manual. Posteriormente llegó la producción en cadena, abanderada por Henry Ford. La tercera oleada, más reciente, viene de la mano de los sistemas electrónicos y las tecnologías de la información, y se acompaña del fenómeno de la globalización.
  En la actualidad, nos encontramos a las puertas de una nueva era, que llaman Cuarta Revolución Industrial, o Industria 4.0. Se trata de "una aspiración, una meta hacia la que tenemos que dirigirnos". Así, sectores como el automovilístico y el aeronáutico, dos de los más avanzados en su digitalización, "podrían considerarse Industria 3.8".



¿ Donde vamos ?
   Y es que el potencial de la transformación digital de las empresas productivas es inmenso. Las fábricas del futuro se vislumbran, plagadas de plantas subterráneas ultraeficientes, robots biónicos, controles biométricos llevados a su máxima expresión y una mano de obra más cualificada que abandona el trabajo manual por el software, con funciones de simulación productiva y control de la eficiencia. Sólo el tiempo dirá si esta visión se hace realidad.



¿ Donde estamos ?
   Aún estamos lejos de cumplir el sueño, pero el camino se ha iniciado. A día de hoy, las nuevas tecnologías permiten hacer más eficiente la cadena productiva, simular virtualmente la fabricación de un producto, prevenir y reparar averías en remoto, y flexibilizar la producción, todo ello sin disparar los costes operativos.

   Una de las primeras derivadas de la digitalización de la producción industrial es el impacto en los recursos humanos. Además de requerir de perfiles diferentes de talento, exige otra dinámica, otros horarios y salarios.
   La segunda gran consecuencia tiene que ver con la seguridad. En un mundo donde hay cada vez más máquinas y otros dispositivos conectados a la Red, el riesgo de un potencial ciberataque es también mayor.
   Y, por último, el concepto de Industria 4.0 se relaciona estrechamente con la reindustrialización de Europa. El uso de tecnologías de automatización, simulación y comunicaciones M2M, entre otras, hacen viable la fabricación nearshore.
   Esto se une, como es lógico, a los menores costes en transporte y almacenamiento que, ya de por sí, posibilita el tener más cerca una planta de producción. Además, estar más cerca permite una mayor flexibilidad frente a los posibles picos de demanda, sin riesgo de romper stock o, al contrario, de acumular grandes cantidades de producto en un almacén. 




   Si queremos que nuestras empresas e industria sigan creciendo y sean competitivas, debemos seguir la línea industria 4.0 de otro modo estamos avocados al fracaso.