¿En qué consiste un Proyecto Integral de Vida (PIV)?
El PIV consiste en armar un programa para mantener una automotivación con la
finalidad de alcanzar los ideales, metas y objetivos en todas las áreas
–personal, familiar y laboral– del ser humano.
Para ello es necesario reflexionar y planear cuáles serán nuestras metas,
sabiendo que alcanzarlas o superarlas, nos hará más felices pues comenzaremos a
sentirnos dueños de nosotros mismos, lo que se traducirá en poder compartir
nuestra felicidad con nuestros seres queridos. Además, el lograr nuestros
objetivos nos hace sentir realizados y esa sensación de logro nos permite
avanzar en nuestras metas personales o empresariales.
Para lograr todo esto es necesario tener la firme disposición por ser mejores
cada día, identificar y superar nuestros defectos y debilidades en todos los
aspectos de nuestra vida para canjearlos por buenos hábitos y virtudes.
En referencia a esto,“la humana condición es
humanógena, generadora de mayor humanidad cada vez”, esto se refiere a que uno
se hace más humano cuando asume el deber de llegar a ser lo que podría ser, es
decir, mejor de lo que ya es, pues toda persona tiene la obligación de llegar a
ser mejor. Esto nos lleva a concluir que todos debemos luchar por formar en
nuestra personalidad un gran carácter, pleno con las virtudes necesarias para el
éxito.
Los valores del individuo exitoso
Para emprender cualquier proyecto es importante considerar la siguiente
jerarquía en los valores: espirituales, éticos, intelectuales, afectivos,
sociales, físicos y económicos, ya que, de acuerdo a los filósofos, este orden
ayuda al ser humano a encontrar su realización personal sin descuidar ningún
área. Un empresario con un proyecto de vida integral, atenderá todas las áreas
de su persona (y no sólo la económica, física o social que son más tangibles
pero no más trascendentes ni las que dan la felicidad plena).
En referencia al PIV, se debe hacer un programa concreto y realista, pero
elevado, positivo, retador y motivador para que saque lo mejor de nosotros.
Debemos pensar cómo estamos en cada área, qué deseamos lograr, cuándo, cómo y
dónde para considerar todos los detalles y factibilidades que nos permitan
pasarlo a un “horario” que nos ayude a, paso a paso, avanzar en nuestra
vida.
Fijarse metas, no límites, es muy relevante, pues luchar por ocuparnos de
todas las áreas de nuestra persona transmitirá alegría de vivir y realización
personal a la gente con la que trabajamos y a nuestra familia, motivándolos a
lograr sus propios objetivos.
Sabemos que poner los medios concretos para la realización de un plan bien
desarrollado es un factor esencial para el logro de la misión de nuestras
empresas; es por esto que hay que llevar esta planeación a nuestros aspectos
personales para crear un (PIV) Proyecto Integral de Vida para la oportunidad que
tenemos de vivir, que es hoy.
Sin un Proyecto Integral de Vida es muy dificil tener éxito.
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