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miércoles, 10 de septiembre de 2014

Empresario y directivo con un proyecto integral de vida

¿En qué consiste un Proyecto Integral de Vida (PIV)?

El PIV consiste en armar un programa para mantener una automotivación con la finalidad de alcanzar los ideales, metas y objetivos en todas las áreas –personal, familiar y laboral– del ser humano.

Para ello es necesario reflexionar y planear cuáles serán nuestras metas, sabiendo que alcanzarlas o superarlas, nos hará más felices pues comenzaremos a sentirnos dueños de nosotros mismos, lo que se traducirá en poder compartir nuestra felicidad con nuestros seres queridos. Además, el lograr nuestros objetivos nos hace sentir realizados y esa sensación de logro nos permite avanzar en nuestras metas personales o empresariales.

Para lograr todo esto es necesario tener la firme disposición por ser mejores cada día, identificar y superar nuestros defectos y debilidades en todos los aspectos de nuestra vida para canjearlos por buenos hábitos y virtudes.

En referencia a esto,“la humana condición es humanógena, generadora de mayor humanidad cada vez”, esto se refiere a que uno se hace más humano cuando asume el deber de llegar a ser lo que podría ser, es decir, mejor de lo que ya es, pues toda persona tiene la obligación de llegar a ser mejor. Esto nos lleva a concluir que todos debemos luchar por formar en nuestra personalidad un gran carácter, pleno con las virtudes necesarias para el éxito.





Los valores del individuo exitoso

Para emprender cualquier proyecto es importante considerar la siguiente jerarquía en los valores: espirituales, éticos, intelectuales, afectivos, sociales, físicos y económicos, ya que, de acuerdo a los filósofos, este orden ayuda al ser humano a encontrar su realización personal sin descuidar ningún área. Un empresario con un proyecto de vida integral, atenderá todas las áreas de su persona (y no sólo la económica, física o social que son más tangibles pero no más trascendentes ni las que dan la felicidad plena).

En referencia al PIV, se debe hacer un programa concreto y realista, pero elevado, positivo, retador y motivador para que saque lo mejor de nosotros. Debemos pensar cómo estamos en cada área, qué deseamos lograr, cuándo, cómo y dónde para considerar todos los detalles y factibilidades que nos permitan pasarlo a un “horario” que nos ayude a, paso a paso, avanzar en nuestra vida.

Fijarse metas, no límites, es muy relevante, pues luchar por ocuparnos de todas las áreas de nuestra persona transmitirá alegría de vivir y realización personal a la gente con la que trabajamos y a nuestra familia, motivándolos a lograr sus propios objetivos.

Sabemos que poner los medios concretos para la realización de un plan bien desarrollado es un factor esencial para el logro de la misión de nuestras empresas; es por esto que hay que llevar esta planeación a nuestros aspectos personales para crear un (PIV) Proyecto Integral de Vida para la oportunidad que tenemos de vivir, que es hoy.

Sin un Proyecto Integral de Vida es muy dificil tener éxito.

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