Pronosticar las tendencias
tecnológicas empresariales que hay que mantener bajo el radar es prácticamente
imprescindible. No solo porque nos permite conocer qué avances están destacando
dentro de la tecnología empresarial, sino también qué tipo de cambios están
trayendo dentro de las empresas, tanto como parte del centro de datos, como a
las operaciones internas, los procesos de negocios, la comunicación y
colaboración empresarial, y la relación con los proveedores, canales y
clientes.
Adiós al dinero en metálico y a tarjetas
Samsung, Apple
y Google ultiman sus sistemas para que paguemos con el móvil de forma cómoda y
con todas las garantías de seguridad. Y es que el creciente poder del móvil
frente a cualquier otro dispositivo va a impulsar este año el pago a través del
smarthone. Es una de las prioridades confesables de los más grandes del sector
-Samsung entre ellos- y se propone revolucionar el consumo y que nos olvidemos
de una vez por todas del dinero en metálico y también de las tarjetas de
crédito.
El objetivo es extender
a Occidente las plataformas de pago seguro que vienen funcionando con
tecnología NFC en Japón desde hace varios años -allí es algo que está totalmente
asimilado por la sociedad-. De momento, tanto Apple como Google o Samsung están
desarrollando y lanzando cada uno sus propios sistemas.
La firma
surcoreana ya lo ha puesto en marcha en su país de origen y en Estados Unidos y
los próximos mercados a los que apunta son China, Reino Unido y España, con un
software muy intuitivo que viene preinstalado en los S6 Edge+ y en los Note5.
Sorprende por su sencillez -basta desplazar la pantalla hacia arriba y situar
la huella dactilar del usuario- y por su universalidad, pues será efectivo en
cualquier establecimiento en el que actualmente se pueda pagar con tarjeta de
crédito.
En el caso de
España, también las operadoras de telecomunicaciones Movistar, Orange y
Vodafone se están poniendo las pilas para adaptarse a esta revolución. Estas
últimas compañías se apoyan en una tarjeta SIM específica, que incluye todos
nuestros datos y que se convierte en nuestra firma. Su trabajo consiste en
garantizar el uso seguro en los comercios normalmente con el simple contacto
del dispositivo con un terminal adaptado.
La realidad virtual promete otra forma de mirar
Después de
muchos años de espera y de eternas promesas, por fin el usuario podrá elegir
entre varios modelos de gafas de inmersión total. Si 2015 fue el año en el que
Samsung se tiró a la piscina con sus gafas de realidad virtual Gear VR,
adelantando a muchos de la competencia que llevaban bastantes años fardando de
proyectos piloto, este 2016 puede ser el de la consolidación de esta tecnología
en diferentes campos.
La
realidad virtual no representa ninguna novedad en sí misma, pero nuevos usos aplicados a dispositivos móviles
prometen darle nueva vida a esta tecnología.
Diversas
aplicaciones que van más allá del terreno de los videojuegos, como la medicina, marketing, la creación
artística, el entrenamiento y las simulaciones de vuelo, por ejemplo le
aseguran un futuro próximo a una tecnología que se volverá cada vez "más
real".
Big Data
Los expertos lo confirman: las
empresas se sumergirán en el futuro en el universo del Big Data. El reto
consiste en capturar, almacenar, buscar, compartir y poner
en valor «datos hasta fecha infrautilizados o inaccesibles
Cuando
hablamos del Big Data, nos referimos a las tecnologías
y desarrollos matemáticos que nos permiten almacenar, procesar, analizar y cruzar grandes volúmenes de información, provenientes de diversas fuentes.
Cada
día generamos 2,5 trillones de bytes de datos a
nivel mundial, hecho
que hace muy necesario un mecanismo que sea capaz de explorar la huella digital
que dejan las personas a través de datos estructurados, tales como transacciones económicas o
firmas de contratos, y datos sin estructurar,
los que se obtienen a partir del registro de los usuarios en las redes
sociales.
Esto
va en directo beneficio de las empresas, las que pueden conocer las
necesidades, gustos y hábitos de consumo de sus clientes y potenciales
consumidores, lo que les permite tomar decisiones más acertadas con respecto a
los productos y servicios a desarrollar y las campañas de difusión que se
realizarán.
Avances para multiplicar por mil el ancho de banda
Ericsson,
Huawei y el resto de fabricantes de redes trabajan a contrarreloj para que el
5G sea una realidad, a ser posible, para 2018. Y es que aunque se hable mucho
del 5G, es tal el salto cualitativo que se producirá cuando se implante esta
tecnología, que tenemos que reconocer que 2016 será aún pronto para su
implantación. Aún no podremos disfrutar de este ancho de banda, que
multiplicaría por mil la potencia de las actuales conexiones móviles -de los
2Gb de ahora a los 2.000-.
A nivel
mundial, también trabaja el Next Generation Mobile Network para unificar esos
criterios. Sin embargo, este año puede traer algún anuncio relacionado con el
adelanto a 2018 del estreno del 5G, coincidiendo probablemente con los Juegos
Olímpicos de Invierno de Corea del Sur. Si no, la siguiente fecha que se baraja
para su implantación es 2020, con ocasión de los Juegos de Verano en Japón.
Esa nueva
velocidad supersónica de banda ancha permitirá el desarrollo real del llamado
Internet de las Cosas (IoT) que prevé que 50.000 millones de objetos estarán
interconectados -recibiendo y enviando información- para el año 2020.
El móvil, rey absoluto
En muy poco
tiempo, el usuario ya no echará en falta en el smartphone ningún
programa de los que utiliza cuando está trabajando con el PC. Mes a mes, el
número de minutos que dedicamos al smartphone aumenta en detrimento del tiempo
que invertimos frente a la pantalla del ordenador.
Los
dispositivos móviles van ganando la batalla a los de sobremesa y, en este
escenario, Microsoft ha sabido adelantarse a Apple y Google en su estrategia
por dotar al teléfono móvil de las herramientas necesarias para que sea, si
cabe, aún más independiente y autónomo.
Cada vez habrá menos lugares sin conexión
Los espacios
tradicionalmente vetados al WiFi, como los aviones, reducen esas limitaciones y
mejorarán esos servicios para los usuarios. En ese escenario de movilidad y de
sociedad hiperconectada, no sólo los nomofóbicos -esos usuarios que tienen
auténtica dependencia del móvil-, sino cualquier persona, siente cierto agobio
cuando se queda sin conexión.
Es tal la
continua necesidad que nos hemos creado de Internet y de estar continuamente
comunicados por el WhatsApp o el correo electrónico, que tener el móvil un rato
con el indicador de señal a cero nos desconcierta. Las principales aerolíneas
de siempre -Iberia, American Airlines, Air France, KLM, Lufthansa...- se
pusieron las pilas y, desde 2014, ofrecen servicios de Wi-Fi restringidos -en
vuelos transoceánicos y a partir de 3.000 metros de altura por seguridad-.
Así se
eliminaban barreras de conexión en uno de esos espacios de sombra obligatoria.
Este año aumentará el número de compañías que ofrezcan este servicio y también
esperamos mejoren la calidad de la conexión y que se reduzca su precio.
Los viajeros
por carretera necesitarán conexiones a bordo del coche que les permita
disfrutar de contenidos de vídeo y entretenimiento en alta resolución en
streaming, mientras el sistema de conducción inteligente hace todo lo demás.
No estar en la línea de alguna de estas tendencias, nos hará perder la visión hacia donde vamos.
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