El uso
optimizado de tecnologías de colaboración y la obtención de mejores resultados
en el entorno comercial está estrechamente ligado. Sin embargo, son pocas las
empresas que hoy día tienen integrados en sus flujos de trabajo los entornos de
colaboración empresarial.
Pero
los entornos de colaboración empresarial deben ser sólo el reflejo tecnológico
de una estructura colaborativa que también cale dentro de la propia
organización de la compañía.
El relevo
generacional y el desarrollo tecnológico están facilitando el desarrollo de una
nueva manera de entender las relaciones y el modelo productivo. ¿Por qué
trabajar de forma individual y competitiva si la colaboración es más
productiva?
Las
empresas necesitan aprender un nuevo modelo de colaboración, formado por
equipos en los que interactúen empleados de diferentes edades, sistemas de
pensamiento,… que estén inmersos en el proceso de cambio que están viviendo las
organizaciones. La colaboración entre estos empleados llevará, sin duda, a
la generación de una mayor innovación y a introducir cambios positivos en el proceso
de producción de toda compañía.
La movilidad ha llegado a todos
los ámbitos de la sociedad, por lo que el entorno laboral no es una excepción. El
espacio de trabajo del futuro no está limitado físicamente, sino que se pueden
desempeñar las tareas desde cualquier lugar, en cualquier momento y desde
cualquier dispositivo. Y todo ello sin mermar la productividad.
Pero
la colaboración puede ir también incluso más allá de los muros de la propia
compañía. En la medida en que las grandes corporaciones sean capaces de
establecer sinergias con pequeñas compañías se lograrán procesos de trabajo más competitivos y surgirán
asimismo nuevas oportunidades de negocio.
Lo
importante es la colaboración, ya sea tecnológica, de las fuerzas de trabajo o
con otras compañías, pero las empresas necesitan aprender a colaborar si
quieren destacar en un entorno económico tan cambiante y delicado como el
actual.
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