Las
tecnologías digitales (las llamadas SMAC –Social, Mobility, Analytics y Cloud-)
están suponiendo una innovación disruptiva en la forma de trabajar, de concebir
los procesos y de entender el negocio, a la vez que impulsan la entrada de las
TI en la llamada era digital. En esta nueva etapa, Sistemas digitales ha de
convertirse en un “socio” del negocio, a través de la selección de aquellas
tecnologías que tengan un impacto significativo en la transformación y
optimización de los modelos de negocio de la empresa.
Sin embargo, no todas las áreas de la empresa están preparadas para acometer esta transformación. El “torrente digital” llega más rápido de lo que pueden responder y el personal de Sistemas digitales carece de las competencias necesarias para trabajar en el nuevo entorno.
El camino de evolución pasa por incrementar, en un primer término, la orientación digital mediante la consolidación y homogeneización tanto de su arquitectura e infraestructura como de su propia función. De esta forma, el área TI ya está en condiciones de ofrecer propuestas innovadoras a Negocio basadas en el uso de la tecnología. En caso de no ir por este camino, se corre el riesgo de caer en la “trampa del alineamiento”, esto es, ofrecer propuestas a negocio sin un planteamiento tecnológico coherente. Este hecho puede ocasionar, a medio y largo plazo, un incremento en los costes y una degradación de la calidad del servicio proporcionado a negocio.
El siguiente paso es diseñar una estrategia de Transformación que incremente la orientación y la madurez digital. Para ello, recomiendo la creación del Digital Steering Commite (DSC), órgano participado por Negocio (mediante Business Executives), Sistemas (a través del CIO) y coordinado por el CDO (Chief Digital Officer). Su misión será definir la estrategia y dotarla de los medios necesarios para asegurar su cumplimiento. Dicha estrategia se concretará en un Plan de iniciativas articulado en torno a 3 elementos clave:
En definitiva, la era digital está llegando y son pocas las áreas de la empresa preparadas para afrontar el cambio que conlleva. El éxito del mismo dependerá no sólo de saber “adaptar y adoptar” las nuevas tecnologías, sino también de su capacidad para cambiar la forma de trabajar.
Sin embargo, no todas las áreas de la empresa están preparadas para acometer esta transformación. El “torrente digital” llega más rápido de lo que pueden responder y el personal de Sistemas digitales carece de las competencias necesarias para trabajar en el nuevo entorno.
El camino de evolución pasa por incrementar, en un primer término, la orientación digital mediante la consolidación y homogeneización tanto de su arquitectura e infraestructura como de su propia función. De esta forma, el área TI ya está en condiciones de ofrecer propuestas innovadoras a Negocio basadas en el uso de la tecnología. En caso de no ir por este camino, se corre el riesgo de caer en la “trampa del alineamiento”, esto es, ofrecer propuestas a negocio sin un planteamiento tecnológico coherente. Este hecho puede ocasionar, a medio y largo plazo, un incremento en los costes y una degradación de la calidad del servicio proporcionado a negocio.
El siguiente paso es diseñar una estrategia de Transformación que incremente la orientación y la madurez digital. Para ello, recomiendo la creación del Digital Steering Commite (DSC), órgano participado por Negocio (mediante Business Executives), Sistemas (a través del CIO) y coordinado por el CDO (Chief Digital Officer). Su misión será definir la estrategia y dotarla de los medios necesarios para asegurar su cumplimiento. Dicha estrategia se concretará en un Plan de iniciativas articulado en torno a 3 elementos clave:
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Visión: cómo
orientar la empresa y el área de TI a ser más digital y mantener el
alineamiento con el negocio.
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Gobierno Digital: desarrollar políticas, procesos, estructuras (roles y
responsabilidades –Broker de Servicios, Cloud Service Manager,… ) y
herramientas para el control y seguimiento de las iniciativas del Plan. Por
ejemplo, definir KPI o un Digital Scorecards.
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Compromiso “in-out”: extender el cambio a toda la organización,
logrando la participación de todos los departamentos y estableciendo acuerdos
de colaboración con las nuevas categorías de partners enmarcadas dentro del
“ecosistema” digital.
En definitiva, la era digital está llegando y son pocas las áreas de la empresa preparadas para afrontar el cambio que conlleva. El éxito del mismo dependerá no sólo de saber “adaptar y adoptar” las nuevas tecnologías, sino también de su capacidad para cambiar la forma de trabajar.
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